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Ni una menos

 

Escuché y leí muchas opiniones sobre la marcha de ayer, el 3 de junio de 2015, sobre si las mujeres que adherimos somos feministas, entonces qué posición tendrán los varones que asistieron a la marcha? Sobre si defendemos el derecho al aborto, y aunque estoy de acuerdo con la legalización del aborto, y no esté de acuerdo con las muertes en ninguna situación y menos en que se sostengan las innecesarias, las muertes en esos espacios clandestinos, en esta oportunidad creo que no se está abordando eso puntualmente, dará para otras tantas marchas, otras luchas.

 

Los femicidios en la Argentina crecen, no voy a escribir números de victimas aquí,  son cifras aterradoras y escandalosas. Me pregunto con un gesto de tratar de comprender tanta violencia ¿cuáles serán las lamentables motivaciones de cada uno de esos hombres? ¿son el resultado de una educación machista y sexista?. Ahi va nuestra responsabilidad como sociedad tambien.

 

Vamos viendo los cambios de escenarios, cambiamos de paisaje, nos vamos al mar, que parece plagado de tranquilidad, y nos lleva años atrás, viajamos kilómetros al norte de nuestro país, a la muerte de otra mujer muy joven en Catamarca y la justicia se escapa de nuevo y el tiempo parece jugar en ese ayer de hace más de 20 años atrás.

Qué significan para cada uno estos lugares que elegimos para vivir, ahí donde nos rodeamos de afectos, de lazos de confianza; donde cada uno vive su propia historia de amor y desamor. Mientras escribo es difícil pensar que tantas mujeres estén en una precariedad emocional tan grande que los hombres que eligen las aborden desde un lugar violento. ¿Cuándo o cómo ese encuentro con el otro se convierte en una tortura?, ¿cuando el otro cambia tanto?, o ¿cuándo se lo empieza a visibilizar real, a mostrar real?. ¿Cuando cambia caricia x golpe, palabra por insulto, insulto por patada, ausencia por herida?. Cuándo esa mujer dejó de verse valorada para quedar sumergida, postergada, apartada de los otros, con una sordera que desanima cualquier esfuerzo e impregna todo de impotencia.

 

La marcha tuvo tantas personas como testimonios, muchos dolores y un compromiso que reconforta, y ojalá podamos ayudar más a que esas otras mujeres, no importa el lazo que nos una, no vuelvan a vivir tanto sufrimiento y que la coherencia no se exprese solo en una marcha, sino que realmente empecemos a pensar en cómo nos relacionamos con los otros, en como educamos a los más chicos, cómo les enseñamos a que se respeten, cómo jugamos con ellos y los dejamos ser libres, sin condicionamientos sexistas, y dejamos que los varones lloren por lo que quieran llorar y dejamos que las nenas sean.

¿Cuándo empezamos a permitir que seamos menos?,  y que nos rompan la mirada de una trompada.

NO A LA VIOLENCIA. NO AL MIEDO. NO A LA DISCRIMINACION. NO AL FEMICIDIO!

 

14 PASOS / Gra Alegre

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